Para mí la poesía es un ejercicio reflexivo. Como mirarse en un espejo, y encontrar en el reflejo mucho más de lo evidente. Como la frase de Leono en Thundercats (una que creció en los 90’s mbre….)
Espada del augurio, muéstrame más allá de lo evidente.
Es al mismo tiempo esa espada del augurio, y un espacio infinito. Como si entrara en una circunferencia polygonal donde cada lado me descubre una nueva experiencia, una nueva verdad evidente y más allá de lo evidente.
Más que un conjunto de palabras relacionadas entre sí para lograr un fin estético. Hay algo mágico y sublime en la sustancia poética que igual puede encontrarse en obras hechizas. Pero sobre todo, se encuentra, abunda, en la magnífica expresión de una cascada, un cúmulo de nubes. En la tormenta colosal de un astro remoto, o en el acto de los cuerpos cuando se encuentran sin palabras.
Para ser honestos, me paso por la raja tres veces lo que personas rígidas y mediocres piensen, han pensado o puedan llegar a pensar sobre la poesía, los poetas o el arte. Porque la poesía no es, nunca ha sido y nunca será una condición. La poesía es, como la vida, una eterna posibilidad.