Altazor de Vicente Huidobro poema completo adentro prefacio y canto ii sugerencias de lectura para leer poesía poemas poetas de chile

Me encanta este poema <3 #altazor #vicentehuidobro

Aquí te paso, en concreto el prefacio y el canto ii de este poema Altazor de Vicente Huidobro y algo-un-poco mi opinión y te cuento la historia:

  • cómo descubrí este poema
  • algunas epifanías sobre el ser lector
  • y algunas sugerencias de lectura

Eso de las sugerencias de lectura” son trucos que he aprendido y me han servido para disfrutar más lo que leo pero sobre todo para hacer mejor lo que hago: escribir, crear, componer. Usa estas sugerencias para que disfrutes mucho leyendo, aunque sea poesía y prefieras leer otras cosas. Si no eres fanses de la poesía, leerla de vez en cuanto está chidito también. Y si eres fanses de la poesía poes te amo, bye.

Igual si te gusta hacer música o te agrada el arte, te recomiendo mucho leer en general (sobre todo si escribes…) pero sobre todo. No importa a qué te dediques si eres una persona sensible y creativa te recomiendo leer poesía, porque la poesía es como la chispa para encender un fuego inagotable de posibilidades, la imaginación.

Usa el índice a continuación para ir ya a leer este poema. Para leer el poema completo ve al final de este post o pícale al índice donde dice #poemacompleto , que disfrutes.

Introducción

Leer es la leña, poesía la chispa y el fuego, imaginación.

@dnslngr

Muchas gracias a Minerva Margarita Villarreal, que fue mi segundo gran maestro de la poesía. Gracias por compartirlo con nosotros todos mocos en el taller de creación literaria de segundo semestre, estudiando letras en la UANL

Ese taller cambió mi vida, no creo haber leído a la mitad de poetas que Minerva citaba de memoria, cada semana. Ya te paso la lista de referencias. Pero leí a varios, Altazor de Vicente Huidobro fue uno de mis favoritos. Ahora me parece irónico, porque luego me enteré que Huidobro era como archienemigo de Neruda, que fue como mi revelación a la poesía. Que se tiraban mil pestes y casi ni podían estar en el mismo sitio juntos. Pero entonces, yo soy la tregua. En mi se comunican y dialogan esos enemigos.

Y eso según yo es lo bonito de ser lector también. Eres como una página en blanco dispuesto a volver realidad en ti la historia que vas a leer. El poema que vas a sentir.

El lector es la tregua entre insalvables enemigos.

@dnslngr

Me gustó mucho encontrarme con una modernidad que nunca había encontrado en la poesía. No porque solo leyera poetas antiguos. Que bueno, sí leía por lo general, solo a poetas muertos. Pero me refiero a que por ejemplo Neruda es contemporáneo de Huidobro. Pero no soelo pensar en Neruda cuando pienso en poesía moderna ni futurista. Y no he leído todo de Neruda, sé que también tiene poemas con temas “modernos”. Aunque estaría bien hablar luego de a qué me refiero con eso de “lo moderno”. Porque el lenguaje tiene varias implicaciones pero justo ahora.. me refiero a temas populares del ser humano en la urbe. Creo que a eso me refiero con lo moderno. Por ejemplo Neruda tiene un poema a las papas fritas. Yo tengo una oda a los tacos y un himno a McDonlads. El primero escrito con franca devoción y el segundo por mmmmr nomás, poema satírico.

Entonces me gustó mucho darme cuenta que podía haber eso, poesía, que yo encontraba (y me parecía naturla encontrar) entre las raíces y las hojas, en el ruido de agua que corre, y el estallido sonoro de la infancia, los viajes y el amor a la tierra, al hogar y al pueblo. La memoria. Se me hacía extraño ver imágenes como de una caricatura leyendo esta poesía en Altazor, que a la vez me hacían sentir “la verdad”. Que no era ni soy capaz de comunicar,* pero sabía sentir, y gracias a la poesía he sido capaz de sentir, cada vez con mayor claridad.

Solo el que muere conoce la verdad y en cuanto la conoce ya está muerto.

Muere con ella en la punta de la lengua.

@dnslngr

Luego te cuento bien mi historia de cómo leí este poema que la verdad no acostumbraba leer poesía. Y aunque me gustaba leer (novelas, y a veces cuentos). Se me hacia la muerte leer en una semana todo un libro-poema + más los 10 libros que tenía que leer en una semana (bueno… 5 o 6…) + los 15 ensayos de 10 páginas… osea bye. De hecho ahora recordando ese momento de mi vida, hace casi una década, más recuerdos llegan a mi memoria como mariposas buscando flores. No recordaba mi historia con este poema… No era el plan contarte todo esto ahora. Estoy terminando un libro, llevo dos días en chinga casi sin parar. Pero de pronto recordé Altazor y abrí el blog solo para compartirte unos fragmentos, pero me fui pensando más cosas. Luego te cuento la historia bien, el caso es que el canto ii me gustó #mucho y en ésa época yo andaba muy muy enamorada. Sentía que Huidobro sabía decir por mí las cosas que yo sentía por ella. Comencé a sentir eso fascinante que tiene el arte, como un espejo que lo miras y te encuentras. A partir de ese canto ya me dieron ganas de ponerle atención al poema, de hecho volví a empezar el libro. Tampoco es un libro taaaaan extenso. Pero bueno, igual todo el poema tienes que leerlo. Cuando puedas, checa al final del canto ii te dejo enlace al poema completo.

A continuación te dejo algunas sugerencias de lectura. Consejos que fui aprendiendo por ahí, que me han enseñado cómo disfrutar más la poesía o mejorar mi escritura.

Encuentra enlace para leer poema Altazor completo al final de este post.

Sugerencias de lectura

Antes yo tampoco leía poesía. Escribía poemas, sin pensar que eran poemas. Y me gustaba la poesía, pero no leía poesía en general. Cuando lo intentaba mucho rato me aburría, no entendía de qué estaban hablando o no sé pasaba la mosca y algo. Pero luego en la carrera de letras, escuchando conferencias o probando yo misma he descubierto formas para leer más rico, más sabroso, más mejor, un poema. Existen varias formas, para este poema te recomiendo que leas en un lugar tú solo donde nadie te interrumpa, donde no te avergüence si alguien te escucha, y que lo leas tranquilx, para ti EN VOZ ALTA.

Leer #envozalta

Prueba mientras a leer cambiando el ritmo, o tu tono de lectura. Prueba leer en voz alta con un lápiz de madera en boca (advertencia de babeo). Prueba leer de tal forma que te guste lo que escuchas cuando estás leyendo. Sobre todo prueba leer en voz alta aunque no tengas la menor idea y no haga absolutamente ningún sentido lo que estás leyendo.

Lee como si hicieras el amor, con muchas ganas, que disfrutes la lectura.

Prefacio – altazor, vicente huidobro

Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.
     Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de automóvil sentimental. Lanzaba suspiros de acróbata.
     Mi padre era ciego y sus manos eran más admirables que la noche.
     Amo la noche, sombrero de todos los días.
     La noche, la noche del día, del día al día siguiente.
     Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color de bandera y ojos llenos de navíos lejanos.
     Una tarde, cogí mi paracaídas y dije: «Entre una estrella y dos golondrinas.» He aquí la muerte que se acerca como la tierra al globo que cae.
     Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los primeros arcoiris.
     Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por los espacios de la muerte.
     El primer día encontré un pájaro desconocido que me dijo: «Si yo fuese dromedario no tendría sed. ¿Qué hora es?» Bebió las gotas de rocío de mis cabellos, me lanzó tres miradas y media y se alejó diciendo: «Adiós» con su pañuelo soberbio.
     Hacia las dos aquel día, encontré un precioso aeroplano, lleno de escamas y caracoles. Buscaba un rincón del cielo donde guarecerse de la lluvia.
     Allá lejos, todos los barcos anclados, en la tinta de la aurora. De pronto, comenzaron a desprenderse, uno a uno, arrastrando como pabellón jirones de aurora incontestable.
     Junto con marcharse los últimos, la aurora desapareció tras algunas olas desmesuradamente infladas.
     Entonces oí hablar al Creador, sin nombre, que es un simple hueco en el vacío, hermoso, como un ombligo.
     «Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y las olas del océano.
     »Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y las olas del mar irán siempre pegadas a él, como los sellos en las tarjetas postales.
     »Después tejí un largo bramante de rayos luminosos para coser los días uno a uno; los días que tienen un oriente legítimo y reconstituido, pero indiscutible.
     »Después tracé la geografía de la tierra y las líneas de la mano.
     »Después bebí un poco de cognac (a causa de la hidrografía).
     »Después creé la boca y los labios de la boca, para aprisionar las sonrisas equívocas y los dientes de la boca, para vigilar las groserías que nos vienen a la boca.
     »Creé la lengua de la boca que los hombres desviaron de su rol, haciéndola aprender a hablar… a ella, ella, la bella nadadora, desviada para siempre de su rol acuático y puramente acariciador.»
     Mi paracaídas empezó a caer vertiginosamente. Tal es la fuerza de atracción de la muerte y del sepulcro abierto.
     Podéis creerlo, la tumba tiene más poder que los ojos de la amada. La tumba abierta con todos sus imanes. Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes haces pensar en el comienzo del mundo.
     Mi paracaídas se enredó en una estrella apagada que seguía su órbita concienzudamente, como si ignorara la inutilidad de sus esfuerzos.
     Y aprovechando este reposo bien ganado, comencé a llenar con profundos pensamientos las casillas de mi tablero:
     «Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía.
     »Se debe escribir en una lengua que no sea materna.
     »Los cuatro puntos cardinales son tres: el sur y el norte.
     »Un poema es una cosa que será.
     »Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
     »Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser.
     »Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.
     »Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco.»
     Tomo mi paracaídas, y del borde de mi estrella en marcha me lanzo a la atmósfera del último suspiro.
     Ruedo interminablemente sobre las rocas de los sueños, ruedo entre las nubes de la muerte.
     Encuentro a la Virgen sentada en una rosa, y me dice:
     »Mira mis manos: son transparentes como las bombillas eléctricas. ¿Ves los filamentos de donde corre la sangre de mi luz intacta?
     »Mira mi aureola. Tiene algunas saltaduras, lo que prueba mi ancianidad.
     »Soy la Virgen, la Virgen sin mancha de tinta humana, la única que no lo sea a medias, y soy la capitana de las otras once mil que estaban en verdad demasiado restauradas.
     »Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes comunicantes.
     »Digo siempre adiós, y me quedo.
     »Ámame, hijo mío, pues adoro tu poesía y te enseñaré proezas aéreas.
     »Tengo tanta necesidad de ternura, besa mis cabellos, los he lavado esta mañana en las nubes del alba y ahora quiero dormirme sobre el colchón de la neblina intermitente.
     »Mis miradas son un alambre en el horizonte para el descanso de las golondrinas.
     »Ámame.»
     Me puse de rodillas en el espacio circular y la Virgen se elevó y vino a sentarse en mi paracaídas.
     Me dormí y recité entonces mis más hermosos poemas.
     Las llamas de mi poesía secaron los cabellos de la Virgen, que me dijo gracias y se alejó, sentada sobre su rosa blanda.
     Y heme aquí, solo, como el pequeño huérfano de los naufragios anónimos.
     Ah, qué hermoso…, qué hermoso.
     Veo las montañas, los ríos, las selvas, el mar, los barcos, las flores y los caracoles.
     Veo la noche y el día y el eje en que se juntan.
     Ah, ah, soy Altazor, el gran poeta, sin caballo que coma alpiste, ni caliente su garganta con claro de luna, sino con mipequeño paracaídas como un quitasol sobre los planetas.
     De cada gota del sudor de mi frente hice nacer astros, que os dejo la tarea de bautizar como a botellas de vino.
     Lo veo todo, tengo mi cerebro forjado en lenguas de profeta.
     La montaña es el suspiro de Dios, ascendiendo en termómetro hinchado hasta tocar los pies de la amada.
     Aquél que todo lo ha visto, que conoce todos los secretos sin ser Walt Whitman, pues jamás he tenido una barba blanca como las bellas enfermeras y los arroyos helados.
     Aquél que oye durante la noche los martillos de los monederos falsos, que son solamente astrónomos activos.
     Aquél que bebe el vaso caliente de la sabiduría después del diluvio obedeciendo a las palomas y que conoce la ruta de la fatiga, la estela hirviente que dejan los barcos.
     Aquél que conoce los almacenes de recuerdos y de bellas estaciones olvidadas.
     Él, el pastor de aeroplanos, el conductor de las noches extraviadas y de los ponientes amaestrados hacia los polos únicos.
     Su queja es semejante a una red parpadeante de aerolitos sin testigo.
     El día se levanta en su corazón y él baja los párpados para hacer la noche del reposo agrícola.
     Lava sus manos en la mirada de Dios, y peina su cabellera como la luz y la cosecha de esas flacas espigas de la lluvia satisfecha.
     Los gritos se alejan como un rebaño sobre las lomas cuando las estrellas duermen después de una noche de trabajo continuo.
     El hermoso cazador frente al bebedero celeste para los pájaros sin corazón.
     Sé triste tal cual las gacelas ante el infinito y los meteoros, tal cual los desiertos sin mirajes.
     Hasta la llegada de una boca hinchada de besos para la vendimia del destierro.
     Sé triste, pues ella te espera en un rincón de este año que pasa.
     Está quizá al extremo de tu canción próxima y será bella como la cascada en libertad y rica como la línea ecuatorial.
     Sé triste, más triste que la rosa, la bella jaula de nuestras miradas y de las abejas sin experiencia.
     La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
     Vamos cayendo, cayendo de nuestro cenit a nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan mañana a respirarlo.
     Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del cenit al nadir porque ése es tu destino, tu miserable destino. Y mientras de más alto caigas, más alto será el rebote, más larga tu duración en la memoria de la piedra.
     Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos cayendo.
     Ah mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los astros de la muerte.
     ¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los pechos cerrados.
     Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado afuera. Puedes abrir con un suspiro la puerta que haya cerrado el huracán.
     Hombre, he ahí tu paracaídas maravilloso como el vértigo.
     Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo.
     Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador.
     ¿Qué esperas?
     Mas he ahí el secreto del Tenebroso que olvidó sonreír.
     Y el paracaídas aguarda amarrado a la puerta como el caballo de la fuga interminable.

Canto II – altazor, vicente huidobro

CANTO II 
Mujer el mundo está amueblado por tus ojos
Se hace más alto el cielo en tu presencia
La tierra se prolonga de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en palomaAl irte dejas una estrella en tu sitio
5
Dejas caer tus luces como el barco que pasa
Mientras te sigue mi canto embrujado
Como una serpiente fiel y melancólica
Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro¿Qué combate se libra en el espacio?
10
Esas lanzas de luz entre planetas
Reflejo de armaduras despiadadas
¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?
En dónde estás triste noctámbula
Dadora de infinito
15
Que pasea en el bosque de los sueñosHeme aquí perdido entre mares desiertos
Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la
          ( noche
Heme aquí en una torre de frío
Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos
20
Del recuerdo de tus complacencias y de tu
          ( cabellera
Luminosa y desatada como los ríos de montaña
¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
Te pregunto otra vezEl arco de tus cejas tendido para las armas de
          ( los ojos
25
En la ofensiva alada vencedora segura con orgullos
          ( de flor
Te hablan por mí las piedras aporreadas
Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
Te habla por mí el color de los paisajes sin viento
Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas
30
Dormido en tu memoria
Te habla por mí el arroyo descubierto
La yerba sobreviviente atada a la aventura
Aventura de luz y sangre de horizonte
Sin más abrigo que una flor que se apaga
35
Si hay un poco de vientoLas llanuras se pierden bajo tu gracia frágil
Se pierde el mundo bajo tu andar visible
Pues todo es artificio cuando tú te presentas
Con tu luz peligrosa
40
Inocente armonía sin fatiga ni olvido
Elemento de lágrima que rueda hacia adentro
Construido de miedo altivo y de silencio

Haces dudar al tiempo
Y al cielo con instintos de infinito
45
Lejos de ti todo es mortal
Lanzas la agonía por la tierra humillada de
      ( noches
Sólo lo que piensa en ti tiene sabor a eternidadHe aquí tu estrella que pasa
Con tu respiración de fatigas lejanas
50
Con tus gestos y tu modo de andar
Con el espacio magnetizado que te saluda
Que nos separa con leguas de nocheSin embargo te advierto que estamos cosidos
A la misma estrella
55
Estamos cosidos por la misma música tendida
De uno a otro
Por la misma sombra gigante agitada como árbol
Seamos ese pedazo de cielo
Ese trozo en que pasa la aventura misteriosa
60
La aventura del planeta que estalla en pétalos de
      ( sueñoEn vano tratarías de evadirte de mi voz
Y de saltar los muros de mis alabanzas
Estamos cosidos por la misma estrella
Estás atada al ruiseñor de las lunas
65
Que tiene un ritual sagrado en la garganta

Qué me importan los signos de la noche
Y la raíz y el eco funerario que tengan en mi
      ( pecho
Qué me importa el enigma luminoso
Los emblemas que alumbran el azar
70
Y esas islas que viajan por el caos sin destino a
      ( mis ojos
Qué me importa ese miedo de flor en el vacío
Qué me importa el nombre de la nada
El nombre del desierto infinito
O de la voluntad o del azar que representan
75
Y si en ese desierto cada estrella es un deseo de
      ( oasis
O banderas de presagio y de muerteTengo una atmósfera propia en tu aliento
La fabulosa seguridad de tu mirada con sus cons-
      ( telaciones íntimas
Con su propio lenguaje de semilla
50
Tu frente luminosa como un anillo de Dios
Más firme que todo en la flora del cielo
Sin torbellinos de universo que se encabrita
Como un caballo a causa de su sombra en el aireTe pregunto otra vez
85
¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?Tengo esa voz tuya para toda defensa
Esa voz que sale de ti en latidos de corazón
Esa voz en que cae la eternidad
Y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes
90
¿Qué sería la vida si no hubieras nacido?
Un cometa sin manto muriéndose de fríoTe hallé como una lágrima en un libro olvidado
Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho
Tu nombre hecho del ruido de palomas que se
      ( vuelan
95
Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas
De un Dios encontrado en alguna parte
Y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú
El pájaro de antaño en la clave del poetaSueño en un sueño sumergido
100
La cabellera que se ata hace el día
La cabellera al desatarse hace la noche
La vida se contempla en el olvido
Sólo viven tus ojos en el mundo
El único sistema planetario sin fatiga
105
Serena piel anclada en las alturas
Ajena a toda red y estratagema
En su fuerza de luz ensimismada
Detrás de ti la vida siente miedo
Porque eres la profundidad de toda cosa
110
El mundo deviene majestuoso cuando pasas
Se oyen caer lágrimas del cielo
Y borras en el alma adormecida
La amargura de ser vivo
Se hace liviano el orbe en las espaldas
115

Mí alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos
(Reconozco ese ruido desde lejos)
Cuando las barcas zozobran y el río arrastra tron-
     ( cos de árbol
Eres una lámpara de carne en la tormenta
Con los cabellos a todo viento
120
Tus cabellos donde el sol va a buscar sus mejores
     ( sueños
Mi alegría es mirarte solitaria en el diván del
     ( mundo
Como la mano de una princesa soñolienta
Con tus ojos que evocan un piano de olores
Una bebida de paroxismos
125
Una flor que está dejando de perfumar
Tus ojos hipnotizan la soledad
Como la rueda que sigue girando después de la
     ( catástrofeMi alegría es mirarte cuando escuchas
Ese rayo de luz que camina hacia el fondo del
     ( agua
130
Y te quedas suspensa largo rato
Tantas estrellas pasadas por el harnero del mar
Nada tiene entonces semejante emoción
Ni un mástil pidiendo viento
Ni un aeroplano ciego palpando el infinito
135
Ni la paloma demacrada dormida sobre un
     ( lamento
Ni el arcoiris con las alas selladas
Más bello que la parábola de un verso
La parábola tendida en puente nocturno de alma
     ( a almaNacida en todos los sitios donde pongo los ojos
140
Con la cabeza levantada
Y todo el cabello al viento
Eres más hermosa que el relincho de un potro en
     ( la montaña
Que la sirena de un barco que deja escapar toda
     ( su alma
Que un faro en la neblina buscando a quien
     ( salvar
145
Eres más hermosa que la golondrina atravesada
     ( por el viento
Eres el ruido del mar en verano
Eres el ruido de una calle populosa llena de
     ( admiraciónMi gloria está en tus ojos
Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno
150
Estoy sentado en el rincón más sensible de tu
     ( mirada
Bajo el silencio estático de inmóviles pestañas
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus pupilasNada se compara a esa leyenda de semillas que
     ( deja tu presencia
155
A esa voz que busca un astro muerto que volver a
     ( la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a
     ( colgar soles en el aire
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
Y esa cabeza que se dobla para escuchar un mur-
     ( mullo en la eternidad
160
Y ese pie que es la fiesta de los caminos
     ( encadenados
Y esos párpados donde vienen a vararse las cente-
     ( llas del éter
Y ese beso que hincha la proa de tus labios
Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu
     ( vida
Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
165
Dormido a la sombra de tus senos

Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?
170

#poemacompleto

El prefacio a Altazor de Vicente Huidobro y el canto ii, que has leído lo saqué de esta página.
Haz click en este enlace para terminar de leer el poema completo.

eso fascinante que tiene el arte, como un espejo que lo miras y te encuentras

@dnslngr

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