Cuando hacemos el amor o vestidos uno frente al otro estamos de pie gritando hasta que escuchamos la sirena de la policía dándole vueltas a la cuadra para que nos callemos de una chingada vez, y resumamos el amor.
Nuestro amor tan real que podemos verlo arder en la pupila del otro, ardiendo entre las llamas negras de la incertidumbre. De puntitas sobre un pedacito de madera, pequeña como una hogaza de pan que se fragmenta bajo nuestros pies. Nosotros somos los dioses del trueno y nuestro amor enciende el futuro como enciende los ojos de unos hijos que miran nuestro amor consumirlo todo con sus llamas.
A veces imagino que tenemos hijos y te grito con más ganas de que me grites más fuerte de vuelta. Imagino los ojos ciegos de nuestros hijos mirándonos mudos como si bebieran un agua que se hace vino luego de andar días y días caminando sobre la arena, agotados, bajo el sol.
La asfixia es una prueba del verdadero amor
Cuando las manos de los amantes rodean con ahínco el cuello del ser amado, y cogidos en ese abrazo mortal dilatan sus ojos ante la idea de lo incierto. Una sonrisa injustificada, palabras sin cabeza. Incertidumbre provocada por la incapacidad para colocar las manos en forma de cuenco que se llene de agua, en dónde pueda beber durante su viaje, una mariposa. No sabemos aliviar la sed de las mariposas pero tenemos pericia para colocar nuestras manos como la soga que besa un cuello.
Ojalá el amor fuera una acción infinita que se prolongara, todo ritmo y sensaciones. Todo muerte y resurrección una vez, otra vez y otra.
¿Qué tienes que a ti me ato y qué tengo que permaneces? ¿Es algo que tenemos, o cada uno somos presa de otra cosa? Algo más allá solo de mí y de ti. Y esa cosa ¿qué es? Nuestras preguntas son excusas para disfrazar el miedo que se esconde o lo escondimos ¿o lo escondieron? Y pasa desapercibido como el extra de un film que no noto porque toda mi atención está en ti.
En ese amor vertiginoso que se balancea como un gran péndulo al que tú y yo nos aferramos con todas nuestras fuerzas para no caer y destrozarnos contra el vacío.
“Never enough” ejercicio de escritura creativa @dnslngr
Que onda pues este mini cuento minific lo escribí como un ejercicio literario inspirado en unas fotos de la última función de danza que tuvimos este año. Para inspirarme también me basé en los tonos y atmósfera de la película Climax de Gaspar Noé. Igual creo que por la similitud de los colores entre la función de danza y la movie, que igual si no la has visto se aprecia más o menos en la coreografía al principio de Climax,
Próximo post: 3 elementos del arte que te ayudarán a escribir aunque sientas poca inspiración
El próximo post además de un resumen de cómo elaboré este pequeño texto, te paso algunas ideas de mucho valor sobre 3 elementos del arte que te ayudarán a escribir más fácil cuando sientas poca inspiración. Estas ideas te serán de mucha ayuda sobre todo en momentos de bloqueo creativo. Por ejemplo, esta ocasión batallé para comenzar a escribir, al principio. Luego cuando recordé estos tres elementos del arte y los apliqué para inspirarme, ya me solté a escribir mucho más fácil, sobre todo mucho más tranqui.
Incluso mientras escribía descubrí que el “nosotros” que habla en el texto son voces de dos personajes míos que tienen una historia ahí bien intensa sucediendo desde hace un buen rato. Pero también de esto te cuento en el siguiente post encontrarás también algunos ejercicios literarios prácticos, y fáciles rápidos de hacer, para inspirarte tú a escribir un cuento, poema o narrativa breve.
¿Qué piensas de este cuento? ¿Te gustaría leer más sobre estos intensos personajes?
Escribe tus comentarios aquí al final del post y comparte con amigues que les guste leer si te agradó este texto.